¡Volvemos con el puli!

¡Hey, bloggeros! Hoy hablaremos de una raza muy... peluda...

¡Hoy hablaremos del perro puli!

No, no soy un felpudo

Aunque este no será el "anfitrión" de la entrada, pues como veis, tras varias semanas sin publicar, estoy de nuevo aquí, en Bloganimal. ¡No os preocupéis, la rutina se mantendrá! Definitivamente, el blog está de nuevo en marcha.

Continuando con el perro puli, también llamado "puli húngaro" o "pulik", es una raza de pelo notablemente largo (vaya, sí que es largo), cuyo origen se encuentra en Hungría, aunque no es del todo claro: algunos sostienen que sus ancestros llegaron a Hungría en el año 896, mientras que otras sostienen que fueron los mongoles quienes los criaron, en el siglo XIII, cuando estos invadieron el país.

A los tres-cuatro años de edad, el perro tiene la capa completamente desarrollada, y guarda un cierto parecido con un... felpudo... Tiene una cabeza redonda y pequeña, con unos ojos medianos y orejas que le cuelgan. Su pelo puede ser de color negro, gris, blanco y marrón, con rastas.

Es un perro muy amistoso, aunque, al igual que el beagle, puede ser algo testarudo y desvergonzado. También es muy independiente, rebelde: no le gusta recibir órdenes, y se puede llegar a enfadar si recibe un castigo.

¡De ruta! A la peluquería...

Con los desconocidos, es muy desconfiado, y con sus dueños, amable y cariñoso. También es un gran perro para los niños, y es un entusiasta del aire libre: si quiere salir a la calle, saldrá, independientemente del tiempo que haga.

Se adapta bien a la vida urbana, si se le saca regularmente. No se le debe dejar solo mucho tiempo o, de lo contrario, se aburrirá y comenzará a ladrar.



No es recomendable lavarlo con mucha frecuencia, esto podría afectar a su pelaje. El dueño debe evitar que este se enrede.

Puede padecer problemas de piel si su pelo no recibe los cuidados adecuados.

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