Perros playeros

¡Hey, bloggeros! Hoy os plantearé una situación... veraniega...

¡Rápido! Debemos de sacar de pasear a nuestro perro, y da la casualidad de que habitamos cerca de la costa. Pensamos en llevar a nuestro perro a la playa; una gran idea: ¿qué es mejor que pasear a nuestro can a unos metros del mar, pisando la fina arena y escuchando a las gaviotas? Podría ser una gran idea, sí, pero estamos en verano y la playa está a rebosar de gente.

En la mayoría de las playas no está permitido que los perros entren, y esa es una de las causas por las que muchos dueños abandonan a sus fieles amigos cuando deciden irse de vacaciones (por supuesto, no la única). Multas de hasta 3000€ pueden caerles si les traen a una playa en la que no están permitidos.

Reconócelo: vivo mejor que tú. ¡Guau!

Pero, sin embargo, también existen playas para perros, en las cuales pueden entrar en cualquier estación. Es ideal pasar un rato tranquilo en la playa, mientras tu perro te acompaña y aprovechas el momento para relajarte. La cantidad de playas para perros aumenta por momentos.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que nuestros perros corren peligro en la playa si no tenemos el cuidado suficiente. ¿Qué peligros? Aquí tenemos una pequeña lista:

• Basura: uno de los mayores problemas. Los perros pueden tragarse colillas, bolsas o cualquiera de los residuos que varias personas no recogen, por desgracia. Vigilando bien a nuestro amigo, no ocurrirá nada, basta con apartarle de la basura si lo llevamos con correa o con llamarle o ir a buscarle si está suelto.
• Anzuelos: camuflados entre arena, cebos o pescado; si tu perro se traga uno, procura que no se le enganche en el esófago y que le llegue al estómago. Acude al veterinario y allí podrán extraérselo.
• Temperatura: no es lo mismo llevar a un perro cuando el sol está más alto, a mediodía, que cuando está más bajo (al amanecer o al atardecer). Los perros con pelo largo pueden sufrir bastante en el primer caso.

Otro factor a tener en cuenta es el aguante de la raza: hay perros, como los bulldogs, que no aguantarán mucho tiempo las altas temperaturas u otros factores y por tanto se agotarán rápidamente. Hay otros como los galgos que durarán más tiempo sin cansarse.

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