Hoy ha sido ejecutado un animal. Un animal que supuestamente estaba infectado de ébola. El animal en cuestión era un perro, de nombre Excalibur, y vivía felizmente con su dueña, auxiliar de enfermería, hasta que ésta cogió el virus al atender a un infectado que se trajo al país (algo que en mi opinión fue un error de enormes proporciones).
Excalibur ha sido otra víctima; pero no del ébola, pues no estaba comprobado que tenía la enfermedad, sino de la injusticia: no estaba comprobado que tuviera ébola, por lo tanto, se le ejecutó sin motivo; y aunque lo padeciera, es imprescindible encontrar un tratamiento para animales; de hecho, el único tratamiento para perros es la eutanasia. Desde Bloganimal, deseamos que este caso no se vuelva a repetir. La matanza no es una opción.
Descansa en paz, Excalibur.