¡El hocico del gato!

¡Hey, bloggeros! Hoy hablaremos de una raza un tanto...narizuda...

¡Hoy hablaremos del Ocicat!

Tienes cara de ratón...

Esta encantadora raza proviene de América, más concretamente de Norteamérica, más concretamente todavía de Estados Unidos. En la década de los 60 (fijaos, hace tan solo 50 años), una criadora cruzó a un siamés con un cruce de siamés y abisinio. El resultado fue una camada de cachorros, cuya raza fue trabajada, hasta que a finales de los 80 reconocieron a esta, llamándola "Ocicat". En la actualidad, la raza es muy popular en Estados Unidos, aunque muy difícil de ver en Europa. Los cruces con abisinios están prohibidos.

Somos capaces de observar que es un gato de tamaño mediano, con un ligero parecido al gato común europeo, a pesar de no tener mucho, por no decir nada que ver con este. Sus patas son fuertes, el hocico ancho y orejas puntiagudas. Los ojos son grandes, y todos los colores son posibles excepto el azul. Tiene el pelo corto y fino, y los colores del pelaje (siempre moteado, por cierto) pueden ser el marrón, el chocolate, el canela, el amarillento o el lila, este último menos común.

¡No! ¡Me han descubierto!

¿Y la personalidad del gato? No dudo en decir que el ocicat es un gato muy mimoso y afectuoso, y muy alegre. También es inteligente, y muy amistoso con otros gatos, pudiendo librar una fuerte amistad entre estos o, incluso, con perros. No recomiendo dejarles mucho tiempo solos: detestan la soledad, y con lo mimosos que son enseguida echarán de menos al dueño. Les gusta vivir en el interior, no en jardines, terrazas, etc...

Al tener el pelo corto, no necesita mucho cepillado, pero sí que le viene bien de vez en cuando para que no se acumule el pelo muerto. Tampoco requiere estar bañándolo todo el rato, simplemente de vez en cuando.

El ocicat no presenta problemas de salud característicos: al ser bien criado, se ha convertido en un gato con una espectacular salud.

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