Una entrada... ¡exótica!

¡Hey, bloggeros! Hoy os hablaré de otra raza de gato... ¡el gato exótico! ¿No se os parece al persa?

Ohhhh, un humano...

Efectivamente, estos gatos son derivados de los gatos persas y pertenecen al grupo de las llamadas "razas de laboratorio" (razas que han sido creadas artificialmente por seres humanos). Esta raza es una mezcla de un gato persa, un British Shorthair y un American Shorthair (cuyas entradas se publicarán a lo largo del mes). La FIF (Federación Internacional Felina) reconoció a la raza en 1986.

No voy a alargar mucho sobre el aspecto físico del gato exótico, pues es, más o menos, lo mismo que el gato persa. El cuerpo es el mismo, no hay nada que decir. Cuerpo redondo, cara achatada, patas cortas, orejas cortas y cola no muy larga. Su peculiaridad es que tiene ojos muy grandes, muy bonitos. 

Tiene una personalidad algo reservada, y adora a su amo. Recuerda a los persas en el carácter, con la diferencia de que es más activo que estos. Es amigable con otros gatos... y con perros... No suele maullar y no le gusta estar solo. Son más leales y amigables que la mayoría de las razas, en eso se parece mucho al Ragdoll.

¡Huy! ¡Me has despertado!

He dicho que es una raza de laboratorio, creada por los humanos. ¿Por qué? Muy simple: mucha gente adoraba a los gatos persas por su belleza e inteligencia... Pero, sin embargo, tenía un pequeño inconveniente tener uno; muchas personas tenían alergia a su largo pelaje. Por eso, se decidió inventar un persa... con el pelo más corto. Es menos popular, pero se puede ver cómo actúa de "sustituto" del persa. En mi opinión, esto está muy bien para gente alérgica al polvo, pero sigo estando en desacuerdo con la creación de razas por laboratorio.

No suele haber problemas de salud, pues no ha heredado ningún problema del gato persa, salvo que a veces puede tener problemas en la mandíbula, consecuencia de tener la cara tan achatada.

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