Entrada del mes 4: Atún rojo

¡Hey, bloggeros! Hoy sale la entrada del mes...

¡Hoy hablaremos del atún rojo!

Dibujo de atún rojo (no, no es de color rojo).

El atún rojo, también llamado atún de cola azul o cimarrón, habita en el océano Atlántico y en el mar Mediterráneo, cerca de la costa española. Es un pescado popular, pues abundaban en la antigüedad. Sin embargo, tras cerca de 3000 años de explotación, ya no es lo mismo. Su población se ha reducido un 85%, todo por culpa de la pesca demasiado frecuentada. Además, este pescado se comercia por todo el mundo, sin que ninguno de los países implicados en esta casi extinción (como Francia, Italia, España o incluso Japón) hagan nada para salvarlo. Por lo tanto, este bonito pez acaba convirtiéndose en un simple sushi que alguien encuentra apetitoso. Muchas marcas actualmente utilizan atunes en peligro de extinción.

Este pez es de un tamaño considerable, pues puede llegar a superar los 600 kilogramos y los 3 metros, es de color azul grisáceo oscuro por la mitad superior y de color blanco azulado por la mitad inferior. Asimismo, tiene una aleta situada en cada mitad, y una cola en forma de luna, de color gris. Se alimentan de peces pequeños que se sitúan en bancos, como arenques, anchoas o incluso calamares.

Mmm... Parece que por aquí hay un restaurante de arenques...

El atún rojo tiene, además, una esperanza de vida de 40 años, más o menos, y no sabemos cómo se las arreglan para volver a los mismos puntos a lo largo de su vida, es decir, para emigrar y regresar al mismo punto del mapa. También es uno de los animales más rápidos del planeta, llegando a alcanzar los 65 kilómetros por hora cuando persigue a sus presas o cuando él evita ser capturado (aunque eso es raro, teniendo en cuenta que ocupa el primer puesto en la cadena alimentaria del Atlántico). Desde luego, es un animal formidable. Cuando emigran, se desplazan desde la costa norte americana hasta la costa oeste española, recorriendo una distancia de, más o menos, 8000 kilómetros.

Está en peligro de extinción, sin tener colaboración alguna por parte de la Unión Europea, a la cual, en mi opinión, no parece interesarle lo más mínimo el estado de conservación de esta especie. España necesita permisos especiales para capturar este atún, por lo tanto, su pesca está más restringida. Sin embargo, parece que la especie, muy lentamente, se va recuperando, tras el esfuerzo de varios programas de recuperación.

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