26 de enero de 2015

¡Viva Alma! ¡El american stafford!

¡Hey, bloggeros! Hoy hablaremos de una raza muy cariñosa...
Hasta siempre, Excálibur... Te recordaremos...

¡Hoy hablaremos del American Staffordshire Terrier!

Ejem, publico esta entrada con motivo de una importante noticia: ¿recordáis que hace unos meses sacrificaron (injustamente) a Excálibur, perro de Teresa Romero, la enfermera que superó el ébola, por riesgo de que pudiera tener el virus? Esta medida  ya la he criticado duramente (como podéis ver en esta entrada), pues no comprobaron si el perro tenía ébola, simplemente acabaron con una inocente vida, así a la ligera.

Bien, pues la familia Romero ha adoptado una nueva perrita, llamada Alma. Alma, al igual que Excálibur, es una perrita mestiza de American Staffordshire Terrier, raza más conocida como "American Stanford". Así que, para mostrar mi alegría ante esta noticia, pues han dado hogar a un animal, voy a publicar una entrada sobre esta raza.

¡Hoy hablaremos del American Staffordshire Terrier!

Alma saluda a sus nuevos dueños. ¡Mirad que feliz se encuentra!
Esta raza, al igual que el Pitbull, el Rottweiller o el Dóberman, tiene fama de agresiva y de violenta. Esto es una cosa completamente falsa, pues los dueños de estos perros afirman que son muy tranquilos y pacíficos. Como ya he dicho en repetidas ocasiones, el carácter del perro depende del dueño o de su historia. Si los perros son criados desde pequeños con cariño y amor, da lo mismo que sea un labrador, que sea un chihuahua, que sea un pitbull, el resultado será un perro pacífico, sociable y cariñoso. Si por el contrario criamos a un perro pegándole, pasando de él, impidiendo que se relacione, dejando que haga lo que quiera... el resultado no será gratificante ni mucho menos.

¿De dónde proviene la raza? Pues, aunque su nombre sea "American Stanford", no proviene de América. La raza es originaria de Inglaterra, descendiendo de las razas Old English Bulldog y Old English Terrier. La raza llegó a Estados unidos a finales del siglo XIX, y en 1898 la raza empezó a darse a conocer. Sin embargo, no se usaba debidamente: la raza se utilizaba en peleas de perros y de toros (algo ilegal en la actualidad).

¿Ya nos vamos? 
Si tuviera que describirlo físicamente, diría que es un perro musculoso, ágil y fuerte. Su pelaje es corto, duro al tacto y puede ser de cualquier color. Tiene una cola corta/mediana, y muchas veces se le cortan las orejas (aunque yo estoy en total desacuerdo con esa práctica). Se asimila al pitbull, así como al bull terrier. La boca es muy similar.

En cuanto al carácter, diría que es un perro testarudo, valiente, fuerte y que no descansa hasta conseguir lo que quiere. Como podéis ver, cumple todas las papeletas para ser un perro de pelea, pero, como ya he dicho, si no se le cría con ese fin puede convertirse en un agradable perro que le dedicará todo su amor a su familia.

Mmm... Que bien huele...
Como ya he dicho, debido a su antiguo uso y a su carácter, es necesario que desde pequeño se le dé una educación adecuada para que pueda convertirse en el perro perfecto. Aprende órdenes con rapidez, pero eso significa que cogerá malos hábitos con igual facilidad. Por eso es conveniente que los malos hábitos que coja el perro se eliminen lo antes posible (aunque mejor prevenir que curar). Si se ejercita y se le saca a pasear lo suficiente, puede adaptarse en la vida de un piso.

La raza cuenta con buena salud, pero eso sí, prestad atención a los problemas del corazón, cataratas y la displasia de cadera, que son las enfermedades más comunes entre los de esta raza.

¿Os ha gustado la entrada? ¿Tenéis un American Stanford? ¿Más entradas de perros? ¿Os gusta la perrita de Teresa Romero?


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